viernes, 3 de abril de 2015





    LA TRIADA: ESCUELA, FAMILIA Y COMUNIDAD

     Es precisamente la familia el primer colectivo en el cual se desenvuelve el niño, y para sentirse parte de este ha de cumplir los deberes que le corresponden en el hogar y en la familia como parte de la sociedad, la cual propicia la incorporación del niño a otros colectivos, a la escuela, a la comunidad. Deben existir estrechas relaciones entre el hogar y la escuela, como única forma de favorecer una acción común, en la educación y la formación del niño, que siente más cariño, respeto y admiración por sus padres, en la medida que ve conjugados dos aspectos esenciales de su vida, en su formación: su casa y su escuela. Este vínculo debe caracterizarse por el deseo de trabajar juntos para alcanzar la meta propuesta, las contribuciones conjuntas en lo educativo, lo formativo y lo social, responsabilidad compartida en las acciones que se emprenden para lograr tales metas, compartir la información que se necesita en la dirección de los procesos necesarios de la labor educativa, comunicación clara, comprensión, empatía y evaluación conjunta de los progresos. A este respecto se refiere el autor Vigotsky". aborda desde la perspectiva de que la familia, comunidad y escuela conforman los pilares básicos de una educación pertinente a la situación histórica-cultural actual y que por lo tanto los papeles de esta tríada resultan determinantes en la formación de las personas. Primero se presenta un breve esbozo de lo que es el ambiente familiar y de la importancia de este en la formación de la personalidad del niño, de la necesidad del cariño en los primeros años de vida y de una adecuada socialización en las primeras relaciones del infante fuera de la familia, que éstas suelen darse en el preescolar.La experiencia temprana del amor y aceptación es entonces fundamental para el desarrollo de la identidad y el aprendizaje de formas de relación de la persona. Es muy importante que los padres faciliten al niño el desarrollo de sus capacidades de aprendizaje y de obtención de conocimientos mediante la ayuda adecuada, experimentación y refuerzos positivos.Con relación a, todo niño y niña debe ser estimulado y ayudado a desarrollar su percepción, sus sentidos, su memoria, su atención, su lenguaje, su pensamiento lógico y sobre todo, su capacidad de pensar y reflexionar para que acepte el desafío de crecer y aprender. Por ende, la familia son quienes deben establecer las normas que guiarán la conducta de sus hijos. En este sentido es pertinente resaltar, que uno de los aspectos más importantes es el cambio de mentalidad de algunas escuelas del “Yo contra ellos”, que ha relegado el compromiso de los padres de familia a pagar matriculas y mensualidades y solo a buscar en cada lapso el boletín donde se reflejan el rendimiento académico de su representado. Es por lo tanto crucial que las escuelas trabajen junto con la familia para apoyar entre otras cosas el aprendizaje, ya que se ha comprobado que cuando se logra, los alumnos tienden a ser más exitosos, no solo en los estudios sino también en sus vidas. Para Santamaría (2003. p. 38), se señalan otras recomendaciones y acciones para promover la integración de los padres a la escuela: Organizar reuniones desde el principio del año escolar. Invitarlos a participar, en las actividades que se planifiquen. Incentivarlos a expresar esperanzas y preocupaciones relacionadas con sus hijos y la escuela. Invitarlos a que sean tutores de estudiantes con dificultades. Incluirlos para que sean guías en excursiones, paseos visitas guiadas. Integrarlos a grupos asesores de la comunidad o de padres en la escuela. Si los padres no pueden integrarse directamente en la escuela, se pueden buscar estrategias para ayudar desde la casa, entre estas actividades se mencionan: elaborar materiales educativos, boletines editados para la escuela o sencillamente materiales educativos para el aula. Según se ha visto, entre las conclusiones se destacan que es indiscutible la incidencia de diversos factores en el proceso de aprendizaje, pero debe mencionarse que estudios e investigaciones relacionadas con la participación de los padres en la escuela están corroborando los aspectos significativos de esto sobre el aprendizaje, lo cual hace imperativo que el docente propicie la planificación, organización y difusión de actividades relacionadas con el proceso de aprendizaje de los niños, esto permite que los padres y representantes se involucren y participen de manera más activa. Por lo cual, se deben utilizar todos los espacios ofrecidos por la escuela, tales como reuniones, entrevistas, hora de llegada y salida, así como las actividades culturales y exposiciones de trabajos para la práctica de una comunicación efectiva, en la búsqueda de lograr un proceso educativo donde la relación docente, alumno representante este signada por la colaboración y la afectividad.Resulta primordial la labor educativa de la familia, es indudablemente factor principal para el logro de una identidad y personalidad plenas. La tarea es la adecuada socialización familiar, contextual y escolar. Sirviendo esta de base para una comunicación formativa entre padres y maestros, y así de esta manera coadyuvar al logro de una educación pertinente y eficaz al momento socio-histórico-cultural actual. La comunicación docente-padre, deberá estar presente no únicamente con un enfoque protocolario, sino desde una perspectiva pedagógica y didáctica, que propugne por la adquisición de conocimientos y habilidades a favor de los alumnos.
  





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