jueves, 9 de abril de 2015

Derechos y deberes de la familia en el funcionamiento de la Tríada: 

El origen etimológico de la palabra familia es muy incierto, algunos sostienen que proviene de la voz latina FAMES que significa HAMBRE; otros afirman que proviene de las voces latinas FAMULUS-FAMEL que significa sirviente-esclavo romano.
En un primer enfoque, la familia aparece como un grupo natural de individuos unidos por una doble relación biológica, por dos funciones: Procreación - que genera nuevos miembros del grupo. Asistencia - que pretende proteger a los miembros de las condiciones de ambiente, que marcan el desarrollo de los jóvenes y que mantienen al grupo unido.
Sociológicamente, una familia es un conjunto de personas unidas por lazos de parentesco que son principales de dos tipos:
1. Vínculos de afinidad derivados del establecimiento de un vínculo reconocido socialmente, como el matrimonio. En algunas sociedades, sólo se permite la unión entre dos personas, en otras, es posible la poligamia.
2. Vínculos de consanguinidad, como la filiación entre padres e hijos o los lazos que se establecen entre los hermanos que descienden de un mismo padre.
También puede diferenciarse la familia según el grado de parentesco entre sus miembros:
  • Familia nuclear - padres e hijos (si los hay) También se le dice Círculo Familiar.
  • Familia extensa o patriarcal - además de la familia nuclear, incluye a los abuelos (muchas veces considerados los patriarcas), tíos, primos y demás parientes de primera línea consanguínea.
El concepto socialista sobre la familia parte de la consideración fundamental de que constituye una entidad en que están presentes o íntimamente entrelazados el interés social y el interés personal, puesto que, en tanto célula elementar de la sociedad, contribuye a su desarrollo y cumple importantes funciones en la formación de las nuevas generaciones y, en cuanto centro de relaciones de la vida en común de mujer y hombre, entre estos y sus hijos y de todos con sus parientes, satisface hondos intereses humanos, afectivos y sociales de la persona.
Marx y Engels dejaron establecido, en una época tan temprana del desarrollo de las Ciencias Sociales, que la familia no es una relación primordialmente biológica, sino que tiene un doble carácter, natural y social; constituyendo las relaciones de cooperación entre sus miembros, su esencia social.
"El origen de la familia, la propiedad privada y el estado" es, sin duda, la culminación de sus aportes al respecto. El valor de esta obra de Engels es en primer lugar metodológico, por las categorías que elaboró para el análisis de la familia. Demostró, con los datos de su época, que la familia es una categoría histórica y que por tanto cambia de acuerdo con las transformaciones sociales, en cuyo contexto hay que estudiarla y comprenderla.
Con el cambio de las formas de propiedad y de producción se gestan modificaciones en las relaciones familiares. Las formas y funciones de la familia evolucionan, pero este proceso sufre un retraso respecto a los cambios en las relaciones sociales.
Por ello se concibe "a la familia como una unidad social y por una parte presenta como el componente estructural más pequeño de la sociedad que cumple tareas de una institución social y por otro lado se puede describir como grupo social con determinada estructura y particularidades de interacción".

Características y rol de la escuela en el funcionamiento de la Tríada:
Asumimos la escuela como una institución condensadora, encargada del proceso de la enseñanza de los conocimientos integrales del niño, creada por la necesidad de completar la acción de la familia, es decir, se creó con la necesidad de cubrir las necesidades del nuevo núcleo familiar, donde ambos padres deben trabajar y su existencia se justifica por: La evolución y complejidad del saber, la especialización de las técnicas educativas. La división del trabajo en las sociedades avanzadas, la insuficiencia de las acciones educativas de la familia y el modo informal para lograr los objetivos sistemáticos de formación.

El trabajo comunitario de la escuela, el cual es considerado como un proceso de transformación de la comunidad que apunta a la promoción de la autogestión en la determinación y solución de sus necesidades, enfatizando en la necesidad de cogestionar la formación de sus miembros, sobre la base de una participación crítica que fortalece el sentido de pertenencia y de identidad cultural así como el establecimiento de un compromiso revolucionario con la mejora pública y el desarrollo humano. 

Escuela de padres

Pautas para los padres:
  • Ellos traen su propia historia
Los niños adoptados tienen su propia historia y no se puede hacer “borrón y cuenta nueva”, como si reseteamos un ordenador. Los padres adoptivos deben asumir que no son lo primero que ellos vieron en este mundo cuando nacieron, sino que han tenido vivencias previas, ya sean recuerdos claros ó solo sensaciones, y éstas suelen estar llena de sufrimiento.
Adoptar significa acoger a un niño que ya existía antes de ser nuestro hijo.
  • No te extrañe si….
Algunos niños han tenido que adaptarse y sobrevivir a ambientes difíciles de falta de apego emocional por lo que algunos tienen miedo a volver a vincularse, otros han aprendido a no depender de nadie, o creen que necesitan llamar mucho la atención para que alguien les haga caso, otros evitan el contacto para protegerse…por lo tanto no te extrañe si el niño, en un primer momento es arisco, agresivo, presenta problemas de conducta, tiene miedo a los desconocidos, problemas de sueño..
  • Requieren grandes dosis de cariño y paciencia
Todos los niños tienen el derecho a ser amados y crecer en un hogar que les proporcione cariño, sin embargo, los niños adoptados, por sus características, necesitan sentirse en un ambiente que le provea protección, estabilidad, es decir, necesitan generar vínculos fuertes con su nueva familia. Esto requiere tiempo y paciencia.
  • Y también límites
Un error es creer que por sus necesidades especiales sólo requieren amor y mimos y esto es innegable, pero es igualmente importante, orientar, supervisar, disciplinar y poner límites, entendiendo esto como una manera más de amarlos y educarlos.
  • Entender y cubrir sus necesidades especiales
Cualquier niño que llegue a su nuevo hogar tendrá, al menos, la necesidad de ser cuidado e integrado en una familia que no le vio nacer, y eso es una necesidad especial. Además, los niños pueden necesitar ayuda médica especial, estimación motriz, apoyo para la integración escolar, aprender un nuevo idioma, las nuevas costumbres, etc..
  • Aceptar que el fantasma de los padres biológicos estará presente
Con más o menos fuerza y durante más o menos tiempo habrá “otros padres” recordados, reconstruidos o imaginados, que formarán parte de la vida del niño. En lugar de intentar competir, minimizar ó despreciar dicha imagen, lo mejor es asumirla y aprender a hacer un hueco en la familia, los niños también tienen que hacer su propio duelo.
  • Tienen derecho a la verdad
Hace tiempo se debatía si era conveniente decir a los niños o no, su origen. Hoy parece unánime el aceptar que el niño tiene derecho a conocer parte de su historia personal, entre otras cosas, porque siempre terminan sabiéndolo, aunque no siempre de la persona y en el momento correcto.
Por ello, se recomienda hablarlo de una manera natural en la familia. El niño comenzará a interrogar a los padres, acerca del nacimiento de los bebés y llegará a sus propias conclusiones ¿Por qué yo no crecí en tu barriga? Se pueden aprovechar estos momentos para explicar, que aunque no nació dentro de la barriga de su madre, le aman y son sus padres igualmente. Es importante recalcar el deseo y lo felices que son de que forme parte de la familia.
  • Una familia diferente 
Toda familia se transforma con la llegada de un nuevo miembro, pero en el caso de la adopción se hace frente a otros retos adicionales como: las constantes evaluaciones, el proceso administrativo y legal, que puede tardar varios años, el acompañamiento del niño en la búsqueda de las piezas que le faltan para construir el puzzle de su identidad, las posibles críticas y actitudes xenófobas y saber lidiar con ello.
Como todos los niños y niñas, los que son adoptados requieren mucha atención y dedicación, reclaman mucho esfuerzo, entrega y sacrificios.
 La atención a todas esas necesidades produce una gran ilusión y muchas satisfacciones, pero será también una fuente importante de esfuerzos, tensiones y frustraciones. Ello exige dedicación, entrega y capacidad para trabajar por metas a largo plazo aún a costa de las consideraciones más inmediatas.
Pero ante todo, ser padre/madre significa sentir al niño como propio, alegrarse con sus éxitos, sufrir junto con él sus decepciones, ayudándole a crecer y ser el mismo.


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